Existen muchos problemas que se producen por una mala gestión del tiempo. El estrés, por ejemplo, puede ser fruto de abarcar demasiado y no tener una correcta planificación. ¿Cómo puedes aprovechar mejor tu tiempo y disfrutar de aquello que haces?

1. En primer lugar, sé selectivo porque no se puede llegar a todo. Por tanto, establece un orden de prioridades. Tener un plan te aporta tranquilidad y bienestar.

2. Llega puntual a los sitios porque llegar tarde te hace ir con una sensación desagradable dentro de ti. Existen personas que se consideran impuntuales por naturaleza y viven con culpa este sentimiento. Conviene recordar que se puede cambiar. Es decir, cualquier persona puede dejar de ser impuntual si de verdad se lo propone. Pero todo cambio implica esfuerzo.

3. Aprende a delegar. No existe ningún ser humano con poderes divinos. El resto de los mortales tiene que hacer el gran esfuerzo de delegar y confiar en otras personas para poder organizar su vida. Por ejemplo, en algunos casos, cuando la conciliación laboral se hace especialmente difícil de sobrellevar, puede resultar muy útil contratar a una asistenta unas horas a la semana para que limpie la casa o planche la ropa. Será un gran alivio para ti.

4. Puedes hacer un curso sobre control y gestión del tiempo donde contarás con ideas prácticas y efectivas para organizar mejor tu agenda.

5. Utiliza una agenda y anota tus compromisos y las obligaciones para poder llevar al día todas las tareas.

6. Aprende a decir no. Existen personas que sufren al verse en planes que en realidad no quieren llevar a cabo solo porque no se han atrevido a decir que no. Recuerda que un no es tan importante como el sí dicho a tiempo.

7. Descansa para reponer fuerzas y no caer en el agotamiento crónico. Disfruta de la vida.

8. Busca tiempo para ti y no renuncies a tu momento de paz cada día.

9. Puedes llevar tu reloj adelantado cinco minutos para hacer frente a la rutina con la sensación de tener el tiempo de tu lado.