¿Qué es la elegancia? Mucho se ha dicho y se ha escrito sobre este tema pero la realidad es que ser elegante no tiene nada que ver con tener el armario lleno de ropa y utilizar las firmas más caras que existen en el mercado. De hecho, menos es más y la sencillez, en muchas ocasiones, es una forma de realzar la belleza femenina o masculina. La elegancia es un modo de ser en tanto que una persona transmite su personalidad a través de su modo de vestir.

De hecho, muchas personas expresan cómo se sienten ese día a través de las prendas que eligen para hacer frente a la jornada. En un día de tristeza en el que te apetece pasar desapercibido tal vez, optas por el color negro. En cambio, en un día de alegría y vitalidad te atreves con tonos mucho más llamativos como el rosa, el verde, el azul o el rojo.

Pero reducir la elegancia al modo de vestir es una equivocación ya que la esencia de una persona va más allá. Es decir, alguien elegante tiene un gran saber estar, tiene una perfecta capacidad de comunicación, consigue atrapar gracias a su carisma en las relaciones sociales, por tanto, transmite cierto aire de perfección que es difícil alcanzar e imitar de una forma artificial.

La elegancia, en esencia, se tiene o no se tiene, aunque evidentemente, cualquier persona puede aprender a vestir mejor, y tener un estilo mucho más cuidado. Para ello, debes dar con aquellas prendas que se adapten a tu cuerpo (no importa que no estén de moda).

La elegancia está vinculada con el bienestar, el equilibrio y la armonía. En nuestro país, muchas mujeres suelen formar parte de las listas de las más elegantes. Por ejemplo, en dichas listas no suele faltar, por ejemplo, ni Isabel Preysler ni tampoco, Paloma Cuevas, la mujer de Enrique Ponce que está haciendo frente a la recta final de su embarazo.

Por otra parte, la elegancia y el estilo te ayudan a sentirte mejor contigo mismo porque la belleza también es una forma de cultivar y fomentar la autoestima.

Imagen: Vidas de Cine