¿Dormir con fiebre?

¿Cómo calmar la fiebre a la hora de dormir? La fiebre, a pesar de constituir un mecanismo de defensa esencial de nuestro cuerpo para protegernos contra las infecciones, casi siempre nos supone un motivo de alarma. Especialmente cuando estamos hablando de fiebre en niños. A la hora de poner en marcha determinadas medidas no debemos alarmarnos más de la cuenta. En efecto, tenemos que tener en cuenta que, a menos que el niño sea menor de 3 meses (en cuyo caso siempre es recomendable consultar con un médico), este síntoma no tiene por qué ser preocupante. También hay que saber que “fiebre” se considera por encima de los 38º. Por lo tanto una temperatura inferior a esa está exenta de alarma.

Privilegia el descanso

Sin duda alguna, uno de los factores que preocupa más a los padres es el aumento de la fiebre durante las horas nocturnas, cuando el niño duerme. Es ahí cuando surge la pregunta de si debemos despertarlo para que tome algún tipo de medicamento o para que, simplemente, esté consciente. Para dormir con fiebre es necesario tener presente que el descanso (al igual que la hidratación) son factores elementales para la recuperación de la persona afectada. Por lo tanto, las horas de reposo no deberían ser interrumpidas a menos que se detecten síntomas de fiebre muy elevada en el pequeño.

Una persona que intenta dormir con fiebre

Considera tomar medicación si es necesario

Precisamente es durante las horas anteriores y posteriores al descanso cuando es importante tratar los síntomas. Así, permite mejorar el estado del niño. Si la fiebre alcanza temperaturas muy altas, los medicamentos para la fiebre a base de paracetamol son muy efectivos para moderar las molestias de este tipo de episodios, como Gelocatil.

Vigila la temperatura

Es importante que jamás trates de medir la fiebre en base a estimaciones (tacto en la frente, etc.) sino que utilices el termómetro para obtener una medición exacta . Así, puedes controlar su evolución durante los días que tenga la temperatura por encima de lo normal.

Otro de los errores más comunes en el tratamiento de la fiebre es abrigar profusamente a la persona afectada para que así sude y la fiebre baje antes. A la hora de dormir con fiebre, el enfermo debe sentirse lo más cómodo posible en un entorno fresco y ventilado, sin que pase frío pero tampoco calor. En caso de llegar a una temperatura corporal elevada, se pueden tomar baños de agua templada para regular la fiebre. Sin embargo, en ningún caso debe realizarse con agua fría. En efecto, el choque de temperaturas puede provocar un shock.

Así que no lo dudes; procura respetar las horas de sueño y de descanso del pequeño y aplica las medidas que consideres necesarias para mejorar su estado antes y después de las horas de reposo. Recuerda mantenerlo hidratado y vigila sus estados de ánimo, ya que estos serán los mejores indicadores del punto en el cual se encuentra su salud.