Consejos para ser menos susceptible

Retratos de una vida

Existen personas que se sienten ofendidas casi por cualquier comentario externo, en cierto modo, se comportan como si fuesen el centro del mundo. El primer paso para ser menos susceptible es entender que nadie se preocupa tanto por tus cosas como tú mismo. Es decir, recuerda que cada uno tiene sus propias ocupaciones, pensamientos e ideas. Por otra parte, aprende a tomarte las cosas con sentido del humor, ríe más y serás más feliz. Aprende a poner en el contexto adecuado ciertos comentarios porque si les das un valor universal, puedes sufrir mucho. Cuida de ti, quiérete, aprende a elegir mejor a tus amigos y toma distancia con aquellas personas que son foco de conflicto permanente para ti. Por ejemplo, aquellas personas con las que no te llevas bien aunque lo has intentado.

Intenta cultivar el bienestar en tu vida porque en la medida en que te sientes mejor contigo mismo también eres menos susceptible. Las personas que de verdad lo son, son aquellas que tienen mal sentido del humor, pensamiento negativo, tienen insatisfacción crónica con la vida, no disfrutan de lo que hacen ni se sienten satisfechas consigo mismas. Para ser menos susceptible, intenta rodearte de personas optimistas que te llenan de energía vital y de fuerza. Por tanto, disfruta de la vida, relájate, vive el presente, aprende a diferenciar lo prioritario de lo secundario, escucha tu corazón y deja que todo fluya gracias a la paz interior y a la calma.

A ser menos susceptible también se aprende, en primer lugar, tomando conciencia de esta limitación para tomar nuevos hábitos de conducta. Por otra parte, conviene analizar los efectos negativos de ser susceptible: causa energía negativa, te roba la calma interior, sufres, eres víctima de la opinión de los demás… Por tanto, aprende a dar valor a aquello que de verdad es importante: tú mismo y tu sonrisa interior que no debe de borrarse nunca.

El hecho de querer ser perfecto tampoco es bueno puesto que hace que quieras ser ideal ante los demás. No hay nadie perfecto.