Cómo controlar un ataque de ira

Cómo controlar un ataque de ira

La ira es una emoción natural en el ser humano. Tomás de Aquino considera que este sentimiento se produce cuando el sujeto padece un mal que considera injusto. Por ejemplo, cuando alguien sufre una humillación puede experimentar un ataque de ira. ¿Cómo se puede controlar esta emoción para poder dominarla de la mejor forma posible? ¿Cómo puedes sentirla sin convertirte en un esclavo de tu propio malestar emocional?

1) Cambiar el ritmo de la rutina te ayuda. Por ejemplo, en caso de que estés muy enfadado después de haber tenido una discusión de pareja, te ayudará tomar distancia de la situación. Puedes ir a dar un paseo, de este modo, también te sientes diferente y tomas otra perspectiva respecto de aquello que te preocupaba.

2) Habla de cómo te sientes con una persona ajena al conflicto. En caso de que sigas discutiendo con la persona implicada entonces, el sentimiento crecerá mucho más. Siéntete libre a la hora de desahogarte con un amigo.

3) Puedes escribir en un papel la situación para decir cómo te has sentido. Qué es lo que te ha molestado. Y posibles soluciones a dicha situación. La palabra es un método terapéutico muy interesante que merece la pena tener en cuenta al cien por cien.

4) La ira es una fuerza muy violenta a nivel interior. Por ello, en caso de que quieras cortar esa fuerza de golpe será como tapar un volcán.

5) Practica la relajación, realiza ejercicios de respiración, háblate con cariño a ti mismo, cuida de ti. El peligro de la ira es que puede desatar grandes pensamientos negativos. Sin duda, siempre debes pensar en positivo.

6) Intenta moderar el tono al hablar. En medio de un ataque de ira siempre se tiende a gritar más. En la medida en que tomes conciencia de cómo te sientes, también te será mucho más fácil relajarte.

7) Cuando tengas un ataque de ira hazte las siguientes preguntas: ¿Qué gano yo con este enfado? ¿De verdad merece la pena este disgusto y pasar este mal rato? Así tal vez, logres reencuadrar la situación y empezar de nuevo. La ira es natural, por tanto, vívela como tal.

Imagen: Estrenando día