El pensamiento negativo es dañino y no te hace ningún bien a ti mismo. Sin embargo, existen personas que se han quedado ancladas y estancadas en esa forma de pensar, que poco a poco, se convierte en un modo de ser y en una actitud ante la vida. El pensamiento negativo te hace sufrir, te cierra puertas, es como una cuerda que tira hacia atrás de ti.

El pensamiento positivo, por el contrario, es un impulso hacia adelante, un modo ser ante la vida magnífico no sólo para quien lo tiene sino también para todos aquellos que están alrededor.

¿Qué actitudes son las que te mantienen pegado al pensamiento negativo?

1. En primer lugar, el miedo al qué dirán. Existen personas cuya principal limitación es no hacer muchas cosas solo por el temor a qué puedan decir o pensar los demás. En realidad, recuerda que el criterio de lo correcto y de lo ético está en ti mismo, por ello, tienes que aprender a vivir y a disfrutar de la tranquilidad que hay en tu alma.

2. Hacer siempre lo mismo, incluso, cuando no te produce un beneficio óptimo también es una forma de seguir anclado al pensamiento negativo al hacer un día tras otro lo mismo. La rutina llevada al extremo, también es una forma de matar la ilusión que implica la novedad.

3. Quiérete a ti mismo y cuida de ti porque eres una persona que de verdad merece la pena. Por ello, deja de lado el pensamiento negativo que te lleva a creer que no eres una persona valiosa, capaz y autónoma como para disfrutar de la vida en su sentido pleno. Te van a pasar muchas cosas buenas pero para ello, tienes que predisponerte de una forma abierta hacia la realidad.

4. Deja de asociar el destino con la suerte porque el curso de los acontecimientos también está influido por ti y por tu capacidad de decisión. Eres tú quien trabaja tu propia suerte día a día, por esta razón, tienes que quererte de verdad y amar la vida en su sentido pleno.