Mallas transvaginales para el Prolapso pélvico, una de las afecciones más comunes del sexo femenino
A medida que pasan los años, la fortaleza del suelo pélvico femenino se resiente, sobre todo si éste se ha visto sometido a algún período de gestación. Por este motivo, muchas de las mujeres que han dado a luz de forma natural padecen a la larga una afección conocida como Prolapso pélvico, que daña los tejidos que sujetan a órganos de la zona inferior del tronco y disminuye la calidad de vida de estas pacientes. Como bien señala el Informe de Evaluación de Tecnologías Sanitarias presentado este mismo año por el Ministerio de Sanidad y el Servicio Gallego de Salud, más del 50% de las mujeres españolas que han dado a luz por parto natural sufren este tipo de afección. Las mallas transvaginales, que a día de hoy forman parte de los métodos de cirugía reconstructiva de los genitales femeninos (ver este servicio), se han convertido en un procedimiento muy eficaz a la hora de recuperar toda la sujeción que un suelo pélvico sano necesita. UNA RED DE POLIPROPILENO SUSTITUYE LOS TEJIDOS DAÑADOS Mediante una técnica de cirugía plástica reconstructiva (ver clínica), poco invasiva y muy efectiva, las mallas transvaginales son introducidas en el interior del organismo para reemplazar el tejido que ya no tiene fuerza suficiente a la hora de sujetar órganos como la vejiga, el útero o el intestino. Este tejido artificial de polipropileno, con monofilamentos y macroporos, consigue recuperar la resistencia del suelo pélvico tras la intervención, que no precisa de una hospitalización prolongada o muy larga. ¿CÓMO DETECTAR EL PROLAPSO PÉLVICO? La mayoría de los cirujanos plásticos, como el Dr. Sanz recomiendan prestar máxima atención ante las variaciones o disfunciones del sistema urinario. Y es que dos de las señales fundamentales que detectan la falta de fortaleza pélvica son precisamente la dificultad a la hora de orinar y la alteración en el vaciado de la vejiga. Además de estos sistemas de alerta, nuestro cuerpo puede ayudarnos a detectar el mal funcionamiento del suelo pélvico con la aparición de bultos, que deben ser rápidamente diagnosticados por el médico en cuestión. Otro de los síntomas que denotan la falta de vigor de esta parte del cuerpo es la limitación a nivel sexual, impidiendo el buen desarrollo del acto y disminuyendo así la calidad de vida de estas mujeres.