Los juguetes rotos de la televisión

 Los juguetes rotos de la televisión

Es una pena que se utilice el término juguete roto para definir a las personas pero es que la realidad es que la televisión actual tiene el poder de convertir al ser humano en objeto. Así sucede por ejemplo, en el caso de los concursantes de Gran Hermano que exponen su intimidad hasta límites insospechados (algunos de los concursantes han llegado a tener relaciones sexuales incluso dentro de la casa), pero también existen otras personas que alcanzan la fama sin méritos profesionales y que se convierten en juguetes rotos de la televisión.

Es decir, en personas que tras alcanzar la fama caen a velocidad de vértigo. Sin duda, una de las personas que está expuesta continuamente a los medios de comunicación es Belén Esteban. La princesa del pueblo parece que no sabe qué es la intimidad y lo privado. Por esta razón, como ya sabrás, nuevamente este verano ha saltado a la palestra estando de vacaciones por su nueva crisis sentimental con su marido Fran Álvarez.

Pero más allá de este caso en concreto, la realidad es que conviene ir más allá para hacer una reflexión filosófica de los valores que transmite la televisión actual. Valores que son todo menos positivos y constructivos, al menos en casos como el programa Sálvame en donde el compañerismo brilla por su ausencia y el respeto se convierte en un término inexistente.

En contra de esta falta de humanismo merece la pena destacar una grata excepción a la norma en manos de Juan Imedio, y es que el presentador realiza un trabajo excelente todas las tardes en Canel Sur en un programa en el que muchas personas mayores acuden para buscar el amor y encontrar una pareja con la que decir adiós a la soledad. Si hay algo que define el método de trabajo de Juan Imedio es el respeto y la conciencia de que cada persona tiene un valor incalculable.

 Pues bien, como espectador debes tomar una actitud crítica frente a los contenidos de la pequeña pantalla porque merece la pena apostar por valores que te transmiten emociones positivas y agradables.

Imagen: Miralarima