La realidad es que la noticia de un suicidio es un tema muy delicado que merece la pena tratar con mucha prudencia. Para empezar, muchos expertos no aconsejan hablar sobre este tema ante el temor de que este tipo de noticias puedan causar una influencia directa en los lectores. Pues bien, hoy nos hemos quedado sorprendidos al conocer que el joven y atractivo Jonathan Rhys Meyers podría haber intentado poner punto y final a su vida.

Una noticia dramática que más allá del morbo que a veces despierta la prensa sensacionalista también sirve como un punto de reflexión para ir más allá, es decir, para entender que a veces, la fama no siempre aporta felicidad ni bienestar. Al revés, la felicidad no implica tener una gran cantidad de dinero, ni una casa muy grande, ni nada material… La felicidad nace en las circunstancias más adversas.

Casualidades de la vida, este mismo jueves por la noche, hemos podido ver al protagonista de Los Tudor, Jonathan Rhys Meyers que ha aterrizado este jueves en La 1 para sustituir a Gran Reserva, la serie de Paula Echevarría. Esta serie histórica muestra el talento de un artista notable que más allá de gozar del cariño y del reconocimiento del público, no se siente tan bien como desearía a nivel personal. Sin duda, su fragilidad emocional es notable.

Jonathan Rhys Meyers también estuvo ingresado durante varios días por sus problemas de adicción al alcohol que de momento no ha podido superar. Sin duda, le deseamos a este artista que se recupere pronto y ojalá también que a partir de ahora sea noticia por asuntos profesionales y no por temas del corazón. O al menos, si debe de ser portada de la prensa sensacionalista que lo sea por otros temas más bonitos como el amor, la ilusión y la esperanza de vivir en contacto con los demás.

Por otra parte, puedes seguir de cerca el trabajo bien hecho de Jonathan Rhys Meyers cada jueves por la noche en Los Tudor. No te lo pierdas y disfruta del mejor entretenimiento cada lunes en La 1. Una serie que compite frente a frente con Supervivientes.

Imagen: Vanitatis