Existen muchas personas que piensan tanto que se bloquean, es decir, pasan tanto tiempo dando vueltas y vueltas a la cabeza alrededor de un mismo asunto que llega un punto en el que terminan agotadas y sin saber qué hacer exactamente porque tienen miedo de dar el salto de la teoría a la acción.

Existen personas que tienen una tendencia muy dada a pensar en exceso, por ejemplo, las personas que han estudiado filosofía tienden a cuestionarse el porqué de todo. Pensar es muy sano y muy importante para vivir con un criterio racional, valorando las consecuencias de las acciones, siendo responsable en la toma de decisiones y sabiendo que detrás de cada acción existe una puerta que se abre y otra que se cierra.

Sin embargo, en ocasiones, existen personas que tienen que marcarse la meta de pensar menos y actuar más en algunos ámbitos de la vida ya sea en el plano del amor o en el trabajo.

En realidad, es el plano sentimental el que es muy propicio para la idealidad de imaginar determinadas situaciones dentro de un marco soñado pero sin dar el paso de avanzar hacia adelante en la práctica. La vida es un equilibrio de teoría y práctica, de pensamiento y acción, por ello, disfruta del momento presente.

No tengas miedo de implicarte en tu vida, de dar lo mejor de ti a cada paso dejando tu esencia personal en el camino de la existencia porque esta aventura que tienes por delante es apasionante, por tanto, disfruta de ti mismo y de tu propia compañía.

Para pensar menos y actuar más, márcate objetivos concretos que quieres cumplir a corto plazo. Ama, siente y vive de verdad tu vida en letras mayúsculas porque tienes una oportunidad única e irrepetible.

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