Pérdida de cabello o calvicie, un problema que tiene solución

La calvicie es considerada por mucha gente como un verdadero problema, ya que el cabello ocupa un lugar relevante dentro de los cánones actuales de estética, pues se trata de un elemento decisivo del marco facial. Por esa razón, la alopecia puede llegar a generar fluctuaciones en el estado de ánimo de aquellos que la padecen, dado que su imagen resulta drásticamente afectada. Esto hace que cada vez más personas, en mayor medida hombres, decidan realizar una consulta en alguna clínica capilar para hacerse un trasplante de pelo.

Cuestión de imagen
Con el paso del tiempo se han ido produciendo diversas transformaciones en el estilo de vida de los individuos. Antes, el estar bien estaba asociado a actividades espirituales. Sin embargo, hoy en día, el aspecto físico es sobrevalorado y es vinculado a la belleza corporal.

En los hombres, la calvicie puede aparecer luego de la pubertad. La pérdida de cabello suele comenzar en la zona fronto parietal, que comúnmente llamamos “entradas”, pudiéndose extender posteriormente a la coronilla y arriba de las orejas.

Pero la calvicie también es un problema que preocupa y mucho a las mujeres, a causa de trastornos hormonales o la menopausia, en las cuales la pérdida de cabello es más difusa, siendo la coronilla la zona más afectada.

La alopecia, que produce la “miniaturización progresiva” de los folículos del cuero cabelludo, se manifiesta en la aparición de un pelo fino, de poca densidad, sin cuerpo y que termina desapareciendo.

Si bien la alopecia existe desde siempre, la importancia que tiene para las personas su imagen es tal que ha transformado a este problema en una de las consultas médicas más frecuentes, pues conforme pasa el tiempo van apareciendo nuevos tratamientos y recursos para su solución.

Trasplante capilar
El incremento en la demanda de tratamientos para el cabello que se ha registrado en los últimos años se vio impulsado por los avances que se han producido en el campo de la cirugía capilar, los cuales dieron lugar al injerto capilar, técnica que consiste en la extracción individual de los folículos capilares.

De todos modos, es necesario identificar las causas que desencadenan la pérdida del cabello, así como el patrón de calvicie, puesto que no todas las personas calvas pueden someterse a una intervención quirúrgica. En tal sentido, resulta de suma importancia saber que la caída del cabello puede estar ligada a causas temporales, como por ejemplo estrés, abuso en la utilización de productos cosméticos o problemas de tiroides, etc, que tras ser superadas empieza la renovación capilar.

Situación distinta es la que experimentan aquellas personas con alopecia androgenética, donde la calvicie es trasmitida genéticamente y que requiere de un tratamiento médico y quirúrgico. No obstante, cabe destacar que cada caso es único, debiendo tener en cuenta factores tales como sexo, edad, sexo, el tipo de cabello y la extensión de la zona afectada, para así poder definir el tipo de tratamiento que necesita. Gracias a los avances tecnológicos registrados hasta el momento en cirugía capilar, estas personas pueden encontrar una solución a su problema mediante una intervención menor, que consiste en la extracción individual de folículos capilares para ser trasplantados en la zona afectada.

En tal sentido, el microinjerto de pelo consiste en la redistribución del cabello de aquellas zonas donde no habrá de caerse jamás, denominadas zonas donantes, a la zona despoblada, que es la afectada por la pérdida de cabello. Una vez realizado el trasplante capilar, el pelo empezará a crecer con normalidad en su nueva ubicación.

El trasplante de pelo posee numerosas ventajas, ya que no sólo es una solución rápida y natural, sino que a su vez es una práctica mínimamente invasiva, imperceptible, segura y, lo más importante de todo, permanente. Gracias a este tipo de tratamiento, se puede elegir el largo de cabello que uno prefiera y es posible teñirlo sin inconvenientes, con la certeza de que no volverá a caerse por alopecia androgenética.

Imagen:

consejosyrecomendaciones.com