Las españolas gastan 25 euros mensuales en productos de belleza

Sesion Maria Real Madrid

La belleza está muy valorada en la sociedad actual, tal vez, demasiado y es que, los efectos positivos de una cara bonita son temporales. En cambio, hay personas que no cultivan tanto su interior como su exterior. Es decir, es indispensable aprender a cultivar la mente, leer mucho, ir al cine, apostar por la cultura, estar informado de los temas de actualidad.

En la vida, no todo se resume a pasar horas en el gimnasio porque un buen músculo no llena los vacíos interiores que se notan, por ejemplo, en una conversación. Por ello, lo importante es encontrar el equilibrio a la hora de cultivar cuerpo y mente de igual forma, con ilusión, motivación y alegría.

Según un estudio publicado por eDarling las españolas gastan una media de 25 euros al mes en productos de belleza. Lo cierto es que la belleza física también está vinculada con la autoestima en tanto que en la medida en que te sientes bien al mirarte en el espejo también estás más satisfecha con tu imagen.

Hoy día, no sólo se cuidan ellas sino también, ellos. Por otra parte, los tratamientos de belleza se suelen intensificar con la edad. Este estudio también refleja que las mujeres que más importancia dan a los tratamientos de belleza son las españolas y las europeas. Las mujeres que más dinero gastan en belleza son las turcas.

Lo cierto es que para dedicar tiempo a los tratamientos de belleza no sólo hace falta dinero sino también, claro está, tiempo. La belleza también tiene muchos aspectos, por ello, lo que más se valora es la belleza facial puesto que el rostro es el espejo del alma y lo primero que destaca en la fisionomía de una persona.

La verdad es que con el aumento de la esperanza de vida es posible observar que existen personas de avanzada edad que siguen siendo guapas más allá de tener arrugas en el rostro. Simplemente, porque las arrugas son símbolo de vida, de ilusión y de esperanza.

En un momento de crisis económica, seguro que muchas personas también prescinden de los gastos en cosmética para priorizar otros gastos más necesarios.

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