Diarrea infantil: cómo se contagia y principales cuidados

Parece que cualquier cosa que les pasa a los niños pequeños, por nimia que parezca, es síntoma de alarma. Sus defensas, ciertamente, no son las mismas que las de los adultos y adolescentes; por esa razón, los padres siempre estamos pendientes de cualquier cambio en su estado de ánimo o en su forma física que pueda presentar indicios de enfermedad.

Una de las afecciones más comunes, ya no sólo en los infantes sino también en los adultos, son las diarreas ocasionados por diferentes orígenes. Ya sean virus, bacterias o parásitos, lo cierto es que prácticamente todos hemos sufrido como mínimo uno de estos episodios a lo largo de nuestra vida, y casi siempre sin ápice de gravedad gracias a su tratamiento correcto, en estos casos Hidrasec es la mejor solución.

Sin embargo, en el caso de los niños, incluso una diarrea a veces nos supone una alarma sobre su condición física. Primero de todo: ¿qué es la diarrea? Una inflamación, ya sea de los intestinos o del estómago, ocasionada por alguno de los microorganismos mencionados antes. Esto produce un incómodo aumento de las deposiciones, además de otros síntomas como pueden ser calambres abdominales, fiebre, náuseas y sensación de debilidad generalizada.

Los niños pueden padecer estos episodios de forma repentina (tras un par de días de incubación), momento en el que el virus o las bacterias que han hecho aparición en el organismo finalmente actúan. Por norma general, si no hay complicaciones y todo lleva su curso normal, la mayoría de los niños se recuperan entre 3 y 7 días tras iniciarse la diarrea, aunque hay excepciones. Pueden ser de tipo agudo, prolongado o crónico: las primeras duran menos de dos semanas, las segundas algo más y las terceras superan las cuatro semanas.

El primer paso cuando hablamos de diarrea en niños es asegurarnos que, efectivamente, se trata de esta afección. Por ejemplo, es algo común que los recién nacidos experimenten la llamada “diarrea prandial”, deposiciones semilíquidas totalmente normales durante sus primeras semanas de vida. Sin embargo, siempre que haya dudas, es primordial acudir al médico y asegurarse que las deposiciones no son producto de otra enfermedad.

La mayoría de las diarreas en niños son producto de virus, aunque es verdad que todo depende de la época del año y de la edad que tenga el pequeño. Por ejemplo, las gastroenteritis de tipo vírico son más comunes en niños más pequeños y en invierno; por el contrario, las de origen bacteriano se caracterizan por afectar a niños algo más mayores y durante los meses de más calor. Aún así, el contagio por rotavirus sigue siendo la causa más común de contagio en los países desarrollados.

El contagio normalmente se produce a través del contacto, sobre todo a través de las manos. El rotavirus puede acabar fácilmente en juguetes y superficies que están habitualmente ocupadas por niños pequeños, de modo que la transmisión se produce de forma rápida. También es posible el contagio por vía respiratoria, lo que puede hacer que el virus se extienda fácilmente en colegios y guarderías.

La principal complicación que podemos hallar en un cuadro normal de diarrea en niños es la deshidratación. Es vital que los pequeños contagiados permanezcan constantemente hidratados para evitar la pérdida de agua y de electrolitos esenciales para el buen funcionamiento del organismo. Los principales síntomas de deshidratación en niños incluyen fiebre alta, ojos hundidos y la falta de lágrimas en el llanto, entre otros. Es muy importante controlar este factor para no incurrir en un déficit de hidratación que traiga complicaciones severas.

La diarrea se trata, principalmente, con reposo y una buena hidratación; los alimentos que se ingieren deben pertenecer a una dieta blanda. Al principio es normal que el cuerpo no tolere alimentos sólidos, pero poco a poco la mejora se va haciendo evidente. Las sales de rehidratación oral son una espléndida manera de reponer los componentes que el cuerpo va perdiendo debido al aumento de las deposiciones. También, los niños que superan cierta edad pueden consumir ciertos medicamentos para la diarrea específicamente diseñados para ellos que les ayuden a superar el episodio lo antes posible.