Consejos para ser coherente en tus acciones

Consejos para ser coherente en tus acciones

¿Cómo ser más coherente en tus acciones? Está claro que ser coherente entre pensamiento y acción no siempre resulta sencillo. En muchas ocasiones, las personas dicen una cosa cuando en realidad, piensan otra totalmente diferente. Es importante ser coherente en el plano profesional pero también, en el trabajo. De esta forma, es como caminar en línea recta, es decir, tener un sentido en la rutina diaria.

¿Cómo puedes ser más coherente y tener las idas más claras?

1. En primer lugar, fíate de tu criterio. Es bueno vivir sin necesitar el consentimiento de los demás para dar un paso. Tú debes ser tu mejor amigo, por tanto, ten esperanza e ilusión por crecer, evolucionar y ser feliz.

2. Por otra parte, en las relaciones sociales, intenta no mandar señales contradictorias. Por ejemplo, si alguien que se gusta de ti, no te interesa a ti, entonces, no le líes. Marca una distancia pero no generes falsas expectativas.

3. Date tiempo a ti mismo para pensar en temas importantes. Es decir, medita bien  ciertas decisiones que supongan un paso importante en tu destino. En cambio, relativizar cuestiones más informales de la rutina diaria. Tómate las cosas con sentido del humor, ríete más, intenta estar bien contigo mismo, por tanto, quiérete un poco más cada día.

4. Permítete cambiar de opinión, es decir, sé flexible. Pero intenta que tus acciones tengan una razón de ser. Es decir, un fundamento último.

5. El sentido de la coherencia implica vivir en armonía entre corazón y razón. Un equilibrio que en ocasiones resulta difícil de encontrar, por ejemplo, en una relación de pareja.

6. Disfruta del momento presente, es decir, céntrate en el poder del ahora.

Es importante ser honesto y coherente con uno mismo, poder cultivar la intimidad y el autoconocimiento para no ser un extraño hacia uno mismo. Pero además, esta es la única forma de poder hacer nuevos amigos y tener amistades profundas y verdaderas.

De lo contrario, surge la hipocresía y la soledad más profunda del alm