¿Tienes una preocupación muy importante en mente que te absorbe la mayor parte del tiempo y te impide disfrutar del presente? ¿Cómo puedes desconectar de algo que te preocupa y ser más feliz? Aquí tienes algunos consejos prácticos:

1. En primer lugar, busca ocupaciones, es decir, haz planes que requieran tu atención. Incluso estando en casa es posible hacer cosas que requieren una atención plena y absoluta: coser, ordenar el armario de la ropa, leer un buen libro, leer una revista del corazón que te permite centrarte en temas más superficiales (de vez en cuando, viene muy bien relativizar), ver la televisión, llamar por teléfono a un amigo, escribir una carta…

2. Por otra parte, si quieres desconectar también puedes escribir tu preocupación en un papel y después, elaborar una lista de soluciones. Apuesta por la que más se adapte a tu modo de ser. Y una vez que ya hayas tomado una decisión relájate y desconecta.

3. Marca una distancia a nivel emocional respecto de los problemas. Busca algo que sí te motive y te haga sentir bien, Intenta trabajar la vía del optimismo.

4. Evita estar con personas que son negativas. Y también, cuando quedes con tus amigos evita hablar todo el rato de eso que te hace sufrir. Volverás a casa agotado.

5. Hazte la vida bonita y agradable.

6. Conforme más alimentas una preocupación, más opciones tienes de convertirte en esclavo de la misma porque ocupa tu mente desde que te levantas hasta que te acuestas. Incluso, existen preocupaciones que te pueden impedir el descanso correcto y adecuado en la rutina diaria.

7. Realiza deporte y ejercicio físico. Por ejemplo, puedes salir a correr tres días a la semana o ir a pasear durante una hora todos los días. Este tipo de planes produce optimismo e ilusión.

Disfruta del momento presente porque la vida merece de verdad la pena. Más allá de los obstáculos, de los riesgos y de los inconvenientes que hay en tu mente. Mucha suerte y que seas feliz.  

Imagen: Cext